La “Familia de los Hermanos Externos” que estaba en la mente do P. Calabria desde 1932 (Diario de 10 de febrero y 07 de mayo de 1932), nació oficialmente con su propio Estatuto el 08 de octubre de 1944. El mismo fue modificado por el propio P. Calabria en 1946.


En la mente del Fundador y la tradición de la Obra, los Hermanos y Hermanas Externos forman la familia más próxima de los religiosos y religiosas de nuestras casas. Su objetivo es vivir el espíritu puro y genuino de la Obra en su actividad diaria, de acuerdo con las condiciones de su estado, inspirándose y conforme a su gran programa: "Buscad primero el Reino de Dios y de su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Y la regla fundamental de ellos es "la persona de Cristo, como nos es revela en el Santo Evangelio y por toda la palabra de Dios."


Inicialmente la familia de los Hermanos Externos fue compuesta solo por hombres. Pero después del Concilio Vaticano II, precisamente a partir dos años ’80, fueron invitadas a participar e integrar la misma familia también sus esposas. Los Hermanos y Hermanas Externos no tiene una actividad específica en el seno de la Obra. Su compromiso es la vivencia del espíritu puro e genuino de la Obra en el ámbito familiar, eclesial y social. Por eso, después de un período de preparaçión, son admitidos y ellos se comprometen a hacer sus promesas de pobreza, castidad y obediencia, inicialmente por un año y, a partir del tercer año, renovándolas de tres en tres años.


Un domingo por mes ellos tienen un encuentro formativo.